¡Qué momento tan triste! Estoy jubilando uno de los objetos que más recuerdos llevan conmigo a cuestas. Es la cartera de la imagen, comprada en un mercadillo a escasos días de mudarme a Madrid y que ahora, escasos días después de volver, se bate en retirada.
Dentro se van 4 años de recuerdos, algunos de ellos todavía presente físicamente, como una entrada de un concierto, otra de cine, un pase caducado de 10 entradas del cine d'oré en el que sólo hay una tickada, recibos de compras... incluso algunas tarjetas de épocas anteriores como el viaje a Wales.
Los objetos los voy a conservar en su mayoría en la nueva, claro, pero este objeto tan cercano, empieza a ver el fin de sus días, y me da algo de pena. Fetichista que es uno, supongo.
1 comentario:
Bueno, los hay peores. Mira Pedro J.
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