
Pese a que acaba de ganar a la República Dominicana en un bonito partido, la Argentina más floja está muy cerca de no acceder por méritos propios al próximo Mundobasket de Turquía. Una selección cuasi irreconocible en la que solo Prigioni, Quinteros o Scola mantienen un altísimo nivel, pero no es suficiente. Sin Ginobili, Delfino, Oberto, Nocioni, Pepe Sánche o Herrmann, esta es otra cosa.
Sin embargo, el mundillo del baloncesto empieza a dar por sentado que caerá una invitación para estar en la gran cita de 2010, en la que entonces sí, estarán todas las estrellas, en la que parece la última parada para el grueso de una selección magníifca.
A lo que voy es que, si hay que dar invitaciones, es lógico y normal que Argentina sea, por su palmarés, la gran candidata para el billete. Lo que ya no veo tan claro es si estas invitaciones dejan en buen lugar a nuestro deporte. Esta invitación ha permitido a estrellas argentinas el relajarse y no acudir al campeonato americano de Puerto Rico, y esto la verdad es que ha deslucido bastante el espectáculo.
¿Os parece bien premiar a una selección con tanta “desbandada”? No sé, en caso de no existir estas invitaciones, seguro que hubiéramos visto en este torneo a los Nocioni, Manu (Vale, hay otros factores de los que alguna vez hemos hablado) o los demás ausentes.
En mi opinión, una plaza en todo un Mundobasket no debería darse por invitación. Y me diréis, “ya pero luego juegan unas bacalás que”… y yo diré, es cierto.