El jugador que me clavó un puñal

Cuando eres aficionado a un club como Pamesa Valencia, a lo largo de los años se te van quedando en la retina el recuerdo de hombres que en un momento u otro nos hundieron. Hablo de esos ogros que ese día tuvieron su día contra ti, que te vencieron y que te duelen cuando te acuerdas de ellos. Y claro, cuando vives en un club como el nuestro, la tira de nombres es tan larga como quieras imaginar. En mi memoria extrañamente selectiva suenan nombres como Marcelo Nicola, Andre Turner, Alfonso Reyes, Petar Naumoski, Tyronne Nesby... o quién nos ocupa, y que ha anunciado su retirada, Moustapha Sonko.


25 de mayo de 2001, Cuartos de Final de la Liga ACB. Quién sabe como, Pamesa Valencia había conquistado pocos días antes Málaga en el segundo partido de la serie, por lo que, acceder por primera vez a las semifinales estaba al alcance de ganar los dos partidos de casa. Lo único que recuerdo con claridad de aquel partido en Málaga es un mate de Maluenda remontando línea de fondo. Era la gran oportunidad.

La Fonteta se puso de gala y apretó como nunca. El partido fue disputado y realmente ninguno de los equipos parecía imponerse. Entonces llegó la posesión vital. Atacaba Unicaja, defendía Pamesa Valencia. Entonces, en un 1contra1 prodigioso por su fuerza y decisión, Mous Sonko superó a Nacho Rodilla y se fue directo hacia el aro. Su fuerza fue tal, que nadie pudo ponerse en su camino y acabó colgado a dos manos de aro. A cada décima que permaneció colgado de aquella canasta, se nos fue clavando un poco más el puñal a todos los espectadores.

Quedaba un cuarto partido en casa, partido que también se perdió. Y yo me fui con la sensación de haber estado muy cerca de la gloria. Otra vez.