Ufff a ver como empezamos esto. Va de algo bastante complejo, pero que creo que encierra una de las características más importantes de la dinámica de los equipos. Va de la relación entre jugadores y entrenador, va del equilibrio de fuerzas, va de reflexionar un poco sobre cual es el modelo idóneo para cada momento.
Decía Paniagua en uno de sus artículos que "Ciertamente, en la NBA, nunca es bueno para un entrenador que la máxima estrella del equipo se ponga manifiestamente en su contra. Generalmente, eso significa el despido más o menos fulminante del técnico", hablando de la situación entre Stan Van Gundy y Dwight Howard justo después de fulminar a los Celtics.
En Europa muchas veces nos escandalizamos cuando vemos situaciones como estas. La NBA, lugar donde se lleva últimamente la moda de fulminar entrenadores de forma reiterada, no era esto hace unos años. La relación con el Star System hace que esto salte por los aires, a mi modo de ver. A día de hoy parece complicado apostar por qué entrenadores NBA tienen absoluto dominio de sus equipos por encima de sus estrellas. Quizá Popovich, a quién Parker pudo tener algún recelo pero tiene pleitesía y quizá Phil Jackson, del que los enfrentamientos con O'Neal nunca sabremos si eran o no realidad. Respecto al resto parece existir la sensación de debilidad frente a sus estrellas.
Casos como los de Karl con Melo, como LeBron indicando sus favoritos para renovar... me hacen pensar que en la NBA el jugador franquicia es parte de las decisiones de futuro de la franquicia. Esto creo que en Europa sería bastante más extraño de ver... al menos en cuanto a su visión pública.
Pero en lo que yo me quería centrar es en el equilibrio que existe entre las figuras de entrenador y la de los jugadores. El entrenador siempre suele ser una cuerda floja fácil de cortar, y creo que es innegable que esto también pasa por la propia cabeza del jugador cuando hay malos momentos.
Hay miles de situaciónes, como hay miles de entrenadores... porque cada entrenador y cada jugador es distinto, porque las circunstancias son distintas y porque los poderes del entrenador en cada equipo son ciertamente distintos, por lo que deberíamos colocar asteriscos por cada una de las situaciones de las que hablaramos.
Realmente resulta complicado exponer y convencer de cual es EL MÉTODO por excelencia en el trato entre entrenador y jugadores. Hace no demasiado escuché decir a un entrenador "me voy a comprar un equipo que cuando vaya mal, en lugar de tirar al entrenador, voy a tirar a los 12 jugadores", ironizando sobre el culpable de las situaciones dentro de un equipo.
Reitero que cada situación tendrá uno o incluso muchos análisis, pero hay que tener en cuenta varios factores, como por ejemplo el calibre de las decisiones de los entrenadores. El entrenador, en su afán por tomar decisiones que puedan repercutir en el beneficio del grupo, puede determinar la salida de jugadores importantes para un club hasta ese momento. Son decisiones arriesgadas, en las que debes tener claro si apuestas por el entrenador. Aito en Barcelona, con casos como el de Montero o Esteller son un claro ejemplo de ello. Casos a favor y en contra los podemos encontrar en cada casa.
No sé, creo que queda mucho más que hablar al respecto de esto, así que todo el que quiera contribuir, es bienvenido a hacerlo. Es un tema un poco denso y abstracto en apariencia, pero con varios puntos de vista puede ser bueno de tratar.
1 comentario:
Voy a inaugurar la sección comentarios de este artículo. En primer lugar me gustaría decir que, obviamente, las diferencias entre el formato del dúo entrenador-jugador en el basket FIBA y NBA es, como bien dices, completamente diferente:
En Europa es complicado ver que un jugador acapare tanto el juego como lo hace en la NBA, y por tanto, las posibilidades de enfrentamiento entre ambos se reducen a la omisión de tareas defensivas o la toma de decisiones desacertadas. A fin de cuentas, un sólo cambio no tiene porqué determinar el funcionamiento de un equipo. Es cierto que existen especialistas en algunas tareas, como en el triple, en el rebote ofensivo o en el robo de balón, pero los equipos relativamente grandes de Europa tienen recursos suficientes para sustituir a ese especialista por otro que salga del banquillo.
En la NBA es diferente: a la estrella se le asignan poderes en la pista que serían impensable asignárselos a cualquier otro jugador del equipo. Es decir, si en un partido empatado entre Lakers y cualquier otro, el balón se lo tiene que jugar alguien, ese alguien será Kobe en el 99% de los casos, llámese Phil Jackson, Paul Westphal, o Greg Popovich el entrenador. La capacidad para delegar funciones de responsabilidad casi nunca se cede a un actor secundario, porque normalmente "no está acostumbrado" a hacerlo. La experiencia nos dice que existe un subconjunto de jugadores que tienen muchísimas facultades para estas funciones, pero esa infrautilización les perjudica desde el principio. Me acuerdo ahora de Charlie Bell, que en ACB demostró ser un jugador muy completo, y en un equipo ramplón de la NBA tiene galones de soldado raso cuanto menos. Bell no es el único caso, seguro que hay más.
Bueno, ya he disparado primero, ahora a ver quien me sigue...
Saludos
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