"Álvaro, estudia". Ya lo hago día a día, no os apuréis.
Hace cinco años, justo antes de mi exilio madrileño, mi hermano viajó a New York. A la vuelta, cayeron en mi mano dos camisetas de entrenamiento de los Spurs y de regalo una taza de leche... la taza era eso, la leche de preciosa. Una mañana de esas que entraba a clase a las 8, y medio sobao, tropezé con el bordillo de entrada a la cocina de mi casa y la taza se fue al suelo, quedando hecha pedacitos. Mi madre, preocupada por el follón que había armado, y yo, triste por mi taza.
Hace unos días, me enteré que el crack de mi compañero de trabajo, Juanjo Rojo, se iba a New York a pasar unos días. Años después recordé la taza, y le encargué que me la buscara en la tienda NBA, a la que estaba seguro que iba a ir.
Esta tarde me la ha dado en mano. Gracias.
4 comentarios:
Jajaja entiendo ese sentimiento, me alegra que vuelvas a tener tu tazon!
Saludos!
Ay qué historia más bonita. No me cuentes estas cosas en "esos días del mes", que me pongo tonta
Jaja...ahí ahí! un periodista obsesionado con el baloncesto desde el desayuno.
Suerte para tu examen!!
Estuve en NY el pasado marzo (y vi en directo en el Madison un Knicks - Memphis, pude bajar y pisar y tocar la pista con mis manos y mis pies) ...
La tienda NBA de la Quinta, es un lugar de peregrinaje obligado para todo amante de este deporte
PD: Suerte con los examenes!
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