Cada uno puede elegir su manera de morir. De hecho, cada uno puede elegir si quiere vivir más o menos deprisa y morir joven o si quiere prolongar su vida. Existen pautas que dicen que más o menos todos tendemos a no hacer demasiado el animal para poder cuidarnos y llegar a viejos.
Como si del curso de la vida dependiese, la Federación Argentina ha decidido que va a exprimir a su generación dorada con todas las consecuencias. Y, a juzgar por este nuevo resultado, da igual que los Rolling Stones lleven años y años en la carretera, pues parece que el estado de forma sigue siendo más que óptimo.
El Torneo de las Américas se planteó como un de los mayores retos de una generación inolvidable a la que el propio comentarista de TyC Sports señalaba como "el mejor equipo de la historia de la Argentina, y que me perdone el fútbol". Tanto es así, que para este torneo volvió a la acción Fabri Oberto a sus 36 años y superados sus problemas de corazón, volvió a la selección el eterno estandarte Manu Ginobili a sus 34, y volvió a practicar el baloncesto (tras haber dado el salto a los banquillos" Juan Ignacio "Pepe" Sánchez.
Los 12 elegidos por Julio Lamas sumaban la friolera de más de 32 años de edad de media. Una auténtica barbaridad en la que el más jóve fue el casi inutilizado Juan Pedro "Juanpi" Gutiérrez. Allí han estado los Prigioni (34), Nocioni (31), Scola (31), Kammerichs (31), Jasen (33)... ni rastro de juventud.
Y, por si fuera poco, el pase a los juegos en casa, en Mar del Plata, ante una de las aficiones recordadas como más apasionadas del mundo.
No ha sido fácil, que se lo cuenten a la derrota ante Brasil en el grupo, pero sobre todo, que se lo cuenten a Puerto Rico. Carlos Arroyo, JJ Barea y un eterno Dani Santiago estuvieron a penas a días de evitar (quizá posponer) la llegada de Argentina a los Juegos Olímpicos de Londres. Una cita para la que este mismo equipo acumularía más de 33 años de media. Un lugar señalado en rojo para la despedida de una generaión gloriosa, que, eso sí, no deja relevo.
Puede que sea un punto y aparte bastante contundente, puesto que no parece haber un relevo inmediato. Lo que también parece claro es que, como atestiguaba el comentarista, "la generación dorada tendrá un último baile", y ese último baile, será un tango.
Hasta que el barco argentino se hunda ante la falta de relevo aparente, los mejores músicos de su Titanic seguirán tocando esas piezas que les hicieron eternos en el mundo del baloncesto.
1 comentario:
VAMOS ARGENTINA!!!
Y SIN LEO MAINOLDI!!! jejejeje.
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